Tazas para té o café de cerámica utilizando la técnica de "BRUÑIDO". Estas piezas las realiza la Artista Plástica y Docente Andrea Martínez desde la ciudad de El Bolsón, provincia de Río Negro.
Bruñido es una técnica decorativa que en alfarería consiste en frotar la superficie arcillosa de una pieza cerámica hasta conseguir una apariencia pulida y brillante, y cierta suavidad táctil.
Como técnica de acabado, puede encontrarse en muy diferentes culturas de la Antigüedad.
Las herramientas para frotar la superficie de una pieza cerámica son muy variadas: el dedo del alfarero, un palo de madera, piedras, semillas, objetos de plástico, huesos... y se pueden alternar o intercambiar a lo largo del proceso de bruñido hasta lograr el efecto deseado. También pueden usarse como bruñidores recursos como «media caña, badanas o pellejas, una bola de cristal o metal... pero siempre sin angulaciones ni resaltes».
El bruñido puede iniciarse cuando la pieza está húmeda, en estado de dureza de cuero o cuando ya está seca. Algunos artesanos consideran que el efecto del pulido se logra más en la segunda opción por varias razones:
• Cuando la pieza está recién hecha puede ser deformada por la presión ejercida o la simple manipulación.
• Cuando la pieza está totalmente seca es propensa a quebrarse con la presión de las herramientas, en especial si sus paredes son finas.
• El estado ideal para el bruñido de la pieza es el llamado «momento de dureza de cuero», cuando el barro o arcilla no están tan blandos como para ser deformados pero no son tan frágiles como para quebrarse en su proceso.
En proceso de producción, antes de ir al horno...
Terminadas